Servicios de un entrenador personal, ya se ha encontrado con una evaluación física. Es extremadamente importante en la vida de los practicantes de actividades físicas. Es fundamental analizar posibles problemas de salud, así como indicar la carga de entrenamiento de cada individuo y monitorizar su evolución.
Cuanta más información tenga el docente sobre su alumno, mejor y más personalizada será la hoja de cálculo de formación proporcionada, obedeciendo sus peculiaridades y objetivos personales. Por lo tanto, los resultados y desarrollos serán monitoreados con confianza y con mayores posibilidades de éxito.
Pero, ¿cuándo deberíamos hacer la valoración física? ¿Y cómo deberíamos hacerlo? ¡Sigue leyendo y descubre estas respuestas ahora!
¿Cuál es la importancia de realizar una evaluación física?
Hoy en día existen innumerables métodos y técnicas para identificar parámetros físicos y fisiológicos. Es posible utilizar fórmulas, estructuras y equipos menos precisos. Lo que realmente le importa al profesional es usar lo que tiene a mano, porque todos estos elementos disponibles son capaces de hacer una lectura satisfactoria.
La evaluación es importante tanto para el profesional como para la persona evaluada: el individuo sabrá en qué puntos puede mejorar, participando así en el proceso mismo. También podrá saber cómo realizar su entrenamiento sin afectar su salud.
Para el evaluador, la importancia es conocer las particularidades de cada alumno, desarrollando una rutina de formación consistente. Para el diagnóstico del paciente se analizarán los siguientes parámetros:
A la vista de estos cinco parámetros utilizados para una evaluación física, será posible orientar la construcción de una hoja de cálculo de ejercicio físico individualizada.
¿Qué tipos de evaluaciones físicas existen?
Los tipos más importantes de evaluaciones físicas son la anamnesis y las evaluaciones antropométricas, nutricionales, cineantropométricas y posturales. ¡Conozcamos mejor a cada uno!
Anamnesis
La anamnesis consiste en un cuestionario que tiene como objetivo verificar detalles del pasado y presente del sujeto. Se verificarán los datos relacionados con la rutina de la persona, así como las enfermedades, cirugías o limitaciones congénitas actuales o posibles. Con el análisis de las respuestas, se realiza una valoración de factores de riesgo para el entrenamiento y recomendaciones médicas, teniendo en cuenta el historial de actividad física.
Evaluación antropométrica
La evaluación antropométrica o antropométrica tiene como objetivo medir las medidas corporales del individuo. Su objetivo es identificar el tipo de cuerpo que se analiza, verificando aspectos como: circunferencia, cantidad de grasa, medidas corporales, entre otros. De esta forma, el evaluador verá qué rutina de ejercicios se adapta mejor a los intereses del paciente.
Evaluación cineantropométrica
Este tipo de evaluación física busca porcentajes del alumno en movimiento, como velocidad, fuerza, resistencia, agilidad y coordinación. Su función es conocer la capacidad de cada organismo. Es necesario tener precaución y realizar anamnesis previa, ya que las enfermedades que afectan a cierto tipo de personas las colocan en el grupo de riesgo para la actividad física.
Evaluación postural
Es un tipo de evaluación física fundamental que tiene beneficios a largo plazo. En el proceso de envejecimiento se pueden desencadenar graves problemas posturales, así como hernias y dolores de espalda. El análisis postural busca prevenir estos problemas basándose en una rutina de ejercicios específica y una ejecución bien ejecutada.
Evaluación nutricional
La evaluación nutricional es muy importante para lograr los resultados deseados. Sea cual sea la intención del sujeto -hipertrofia, adelgazamiento o calidad de vida-, el evaluador prescribirá una dieta equilibrada basada en los alimentos que ayuden al paciente a lograr los propósitos de su entrenamiento.
¿Cuándo es necesaria una evaluación física?
Las evaluaciones físicas se pueden realizar en cualquier momento, y su frecuencia dependerá del caso concreto. El tasador verifica el historial de la persona e indica en qué momento debe regresar.
Sin embargo, la evaluación física debe preceder necesariamente al inicio de cualquier ejercicio físico. Cuando una persona entra en una nueva actividad, el cuerpo no está preparado para ella. Por tanto, este es el momento exacto en el que la evaluación entrará en vigor. El evaluador responsable realizará el análisis de desempeño, enfermedades, postura, nutricional, etc.
Dichos análisis darán forma al entrenamiento a realizar de acuerdo con las necesidades reales del paciente. De esta forma, también se identificarán ejercicios que el sujeto no pueda realizar debido a alguna disfunción que exista o pueda ocurrir. Como se mencionó, una vez realizada la evaluación física antes del inicio de la actividad, las peculiaridades del caso concreto determinarán los períodos de retorno.
¿Cómo hacer una evaluación física?
Lo primero a tener en cuenta es que la valoración física debe ser realizada por un profesional capacitado. Los profesionales de la salud son los únicos capaces de realizar una evaluación física. Médicos, nutricionistas, educadores físicos, entre otros. ¡No permita que su evaluación sea realizada por personas sin conocimiento para hacerlo, ya que los resultados pueden ser perjudiciales para su salud!
La evaluación física debe brindar un gran servicio al cliente, porque es allí donde el profesional tiene el primer contacto con el cuerpo del cliente y elabora un plan. Una evaluación física que se resume en medir las medidas y la grasa corporal es un método demorado e ineficaz.
En la evaluación, el profesional le mostrará a su cliente cómo logrará sus metas y cómo lo hará. Recetar una dieta, analizar las limitaciones y probar la fuerza es fundamental. Estas iniciativas provienen del evaluador y la academia y marcarán una gran diferencia en la formación de los estudiantes.
Cabe señalar que el servicio del evaluador físico no termina con la primera evaluación. La reevaluación periódica es fundamental como forma de observar las ganancias y cuantificar los resultados, además de corregir eventuales fallas.
¿Qué necesita saber el evaluador físico?
El instructor debe conocer la rutina de su paciente. No solo la rutina de entrenamiento, sino también la rutina en general. Cuáles son los hábitos del evaluado, cómo come, cuál es el tiempo que tiene para dormir, cuánto tiempo al día dedica a actividades físicas, etc.
Los aspectos nutricionales y fisiológicos varían de un individuo a otro. Aunque algunas personas parecen tener más probabilidades de alcanzar sus metas que otras, fisiológicamente hablando, la rutina y los hábitos pueden interferir. Por lo tanto, la prescripción de ejercicio, la dieta y la suplementación, según el caso, variarán de forma individual.
Depende del evaluador conocer en profundidad a su paciente. De esta manera, entregará lo que quiere, en la medida de lo necesario, analizando las especificidades personales y persiguiendo objetivos de manera responsable.
¿Cuáles son las consecuencias de una mala evaluación física?
La evaluación física debe realizarse en lugares que ofrezcan la estructura necesaria. Como se mencionó, la evaluación ya no se limita a un simple análisis de medidas. Hoy, es una consulta completa del evaluador sobre su paciente. En él se identifican disfunciones y se esboza la planificación dirigida al objetivo.
Una evaluación mal estructurada o mal estructurada no tendrá resultados deseados ni positivos. En estos casos, el evaluador carece de enfoque y estudio. Y lo más grave es que se le pueden ocasionar enfermedades al alumno, como problemas de columna y articulaciones, debido a un esfuerzo nocivo; además del riesgo de agravar las existentes.
Entendiste, por tanto, que la evaluación física ya no es un mero protocolo en las academias y se ha convertido en algo fundamental. Con la información recogida allí, el profesional es capaz de iniciar la actividad física con orientación, seguridad y eficacia en los resultados. Establezca su enfoque y establezca fechas para los resultados deseados con mucha organización.